Como explicaba al inaugurar la página dedicada a la novela, siempre es un gusto publicar una nueva novela. Quizá no tanto como escribirla, pero un gusto, sin duda. En este caso, el placer es mucho mayor para mí, porque esta que os presento en esta página es una novela que tengo escrita desde hace ya bastante tiempo (hace más de cuatro años que el "grueso" de la trama descansa en mi cajón, y dos que la novela completa espera su momento para salir a la luz), y es una novela a la que le tengo un cariño especial.
Me resultó complejo y al mismo tiempo apasionante escribirla, porque era la primera vez que salía de Ridia y que jugaba a manejar personajes que, en muchos casos, no eran míos. Hablo, por supuesto, de los dioses y seres de la mitología nórdica: sí, son seres mitológicos, de modo que podía hacer con ellos casi lo que me viniera en gana, pero aun así me asustaba un poco la idea de escribir y describir unos caracteres que mis lectores ya conocían desde antes de posar los ojos sobre mis novelas. ¿Y si no les gustaba cómo interpretaba yo los mitos? ¿Y si mis dioses, mis personajes, no eran como ellos los habían imaginado? ¿Y si yo interpretaba una cosa, o describía a tal o cual dios de tal o cual forma, y alguien se enfadaba por "haberme cargado" a su dios favorito...?
Entonces comprendí una cosa: en realidad, no tenía nada que temer. Lo que yo pretendía hacer era una novela de aventuras: al ser ficción, no necesitaba ceñirme al pie de la letra a las Eddas, ni escribir un tratado sesudo y documentadísimo sobre las distintas interpretaciones de la figura de tal o cual deidad. De hecho, pensé, ¿no será mucho más divertido coger todos los mitos y reinterpretarlos, retorcerlos, darles una vuelta de tuerca y después otra y jugar un rato al Tetris con ellos para encajarlos en la trama de mi novela? Al fin y al cabo, para los mitos originales ya están las fuentes originales. Lo mío es otra cosa: lo mío es un guiño a todos los amantes de la mitología nórdica y la cultura vikinga. Quiero que os preguntéis al empezar la novela "¿Cómo habrá cogido esta loca todos esos mitos tan dispersos y los habrá concentrado en una única historia?", y que al acabar, aparte de ganas de apedrearme la cabeza, cerréis el libro con una sonrisa en la boca. Aunque solo sea porque haya conseguido sorprenderos al encajar las cosas. Para bien, o para mal.
Os dejo por aquí la portada y la sinopsis de Hijos del dios tuerto. Tenéis mucha más información en la sección de novelas, y mucha, muchísima más, en la página dedicada a la novela. Ojalá disfrutéis muchísimo visitándola, y, si finalmente decidís leer la novela, ojalá disfrutéis cada página hasta que os duela el alma de tanto disfrutar ;)
¿Quieres cambiar tu destino, Loki? Tu camino está trazado. El camino hacia la traición, el camino hacia la muerte, el camino hacia la destrucción de los mundos. Y no puedes evitarlo.
El destino no se puede esquivar. El destino no se puede cambiar. El destino es.
Las nornas tejen en su tapiz el pasado, presente y futuro de los nueve mundos, entrelazando los hilos de las vidas de dioses, hombres y monstruos. Ocultas bajo las raíces de Yggdrasill, las tres hilanderas empiezan a hilvanar un hilo de oro: el hilo de un héroe, Harek Haraldsson,
jarl de un clan de vikingar que se prepara para el ataque de otro fiordo con el que mantiene una deuda de sangre.
Mientras se debate entre la responsabilidad de proteger a su gente y la tentación de sucumbir a la sed de venganza, Harek ignora que su hilo está entretejido con los hilos de los dioses. De sus decisiones dependerá el destino de los æsir y su victoria o derrota en el Ragnarök, que llegará, como los enemigos de su clan, después del hielo.
